Finca Boyal

El palacio de cristal del pepino

 

Cruzar su puerta es como teletransportarse a otro país. Con un paseo por sus instalaciones es fácil olvidarse de que estás en un pueblo de Extremadura. En su interior se pueden escuchar varios idiomas: alemán, inglés, holandés e incluso polaco.

 

Los agricultores se pasean por la ‘avenida’ principal en bicicleta. Lo hacen mientras escuchan los temas musicales más actuales que suenan por las radios ubicadas en cada rincón. Allí, las distancias son largas. Cada mañana pueden recorrer más de cinco kilómetros a 26 grados, ya sea invierno o verano, y a un ritmo que dista mucho de la típica imagen que nos viene a la cabeza cuando hablamos de trabajo en el campo.

 

Ellos pedalean en un lugar que perfectamente podría denominarse el palacio de cristal del pepino. En otras palabras, uno de los invernaderos más grandes de la región, el único que se dedica a este cultivo a gran escala en esta comunidad autónoma. Se denomina Finca Boyal y consta de diez hectáreas ubicadas en Don Benito donde tratan a esta hortaliza como a un auténtico rey en un espacio totalmente acristalado. Son 100.000 metros cuadrados en los que el pasillo principal mide, desde la primera línea del invernadero hasta la última, 550 metros de largo.

 

En la región se cultivan 3,5 millones de kilos de esta hortaliza.

 

El encargado de que se mime al pepino como a la gran joya de la corona es un holandés. Se llama Edwin de Craen y llegó a Extremadura hace siete años. Vive en Medellín y todos los días se desplaza hasta el polígono industrial San Isidro, donde está el invernadero en el que trabaja. Pertenece a la empresa holandesa Scherpenhuizen B. V. Esta se encarga de formar a los trabajadores para que aprendan todo sobre este cultivo que en Extremadura no puede presumir de tener una gran producción. Concretamente, cada año se crían en la región 3,5 millones de kilos aproximadamente. Poco si se compara con otros cultivos como el tomate, cuya producción en la campaña de 2016 fue de 1.771.970 toneladas en una superficie cosechada de 22.645 hectáreas en toda la región.

 

En concreto lo ha hecho la variedad en la que ellos están especializados. Se trata de un pepino que se denomina ‘snack’. Se caracteriza por su pequeño tamaño. Su peso no supera los 50 gramos y es muy crujiente. De cada planta se obtienen en torno a 150 pepinos. En el invernadero de Don Benito cuentan con 660 líneas y en cada una de ellas hay un total de 480. Algunas pueden alcanzar hasta los doce metros de largo.

www.hoy.es (extracto Febrero 2017)

 

Finca Boyal confió en Nieto® para desarrollar en 2019 un completo rediseño de identidad. Boyal necesitaba modernizar sus instalaciones y a su vez la imagen que ofrece al mercado, adaptándose a un gran producto groumet, el pepino snack que cultivan.

¡Comienza tu proyecto ahora!

Other portfolio

See our other portfolio

Palacio de Congresos Vva. de la Serena

Branding

Innovadero

Branding

Premios Proinnoba

Branding

Reserva de la Biosfera de La Siberia

Branding